El Síndrome de Burnout, también conocido como síndrome de aniquilamiento, de desmoralización o síndrome de agotamiento emocional o profesional ya es considerado por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad laboral que provoca detrimento en la salud física y mental de los individuos.
La gran competitividad e inseguridad laboral así como las exigencias del medio, los cambios trascendentales en los enfoques de la vida y las costumbres, condicionan un ritmo vertiginoso, que genera angustia, agotamiento emocional, trastornos en los ritmos de alimentación, actividad física y descanso, con dolencias físicas, psíquicas y factores que ponen en riesgo la salud de los individuos del nuevo milenio.
Uno de los primero síntomas de carácter leve pero que sirven como señal de alarma es la baja anímica los días domingos, día previo a comenzar la semana laboral, sumado a la dificultad para levantarse por la mañana los días de semana o el cansancio patológico, en un nivel moderado se presenta distanciamiento, irritabilidad, cinismo, fatiga, aburrimiento, progresiva pérdida del idealismo que convierten al individuo en emocionalmente exhausto con sentimientos de frustración, incompetencia, culpa y autovaloración negativa. Los síntomas graves se expresan en el abuso de psicofármacos, ausentismo, abuso de alcohol y drogas, entre otros síntomas.
Las consecuencias de estrés laboral asociadas al síndrome burnout de acuerdo a la literatura son:
Según el Dr. Marcelo Salinas Villagra de Grupo Medico MT “Existe la creencia popular de que el Burnout o más conocido como «Estrés laboral», es esa enfermedad donde presentamos falta de energía, disminución en la productividad, pensamientos negativos o distanciamiento con el trabajo, pero múltiples estudios han demostrado que suele darse debido a problemas en el ambiente de trabajo, pese a esto, es posible lidiar con este conjunto de síntomas en el día a día. Sin embargo el hecho de convivir con ese desgaste emocional, puede generar un impacto en las otras áreas de la vida.”
A este síndrome se le puede hacer frente más fácilmente en la fase inicial que cuando ya está establecido y se ha normalizado en el día a día de la empresa, puede afectar en gran parte la cultura de la empresa y su reputación de marca. En las primeras fases es posible que los compañeros de trabajo se den cuenta antes que el propio sujeto con el síndrome, por lo que amigos, compañeros o superiores suelen ser el mejor sistema de alarma precoz para detectar el Burnout y por lo tanto todos los profesionales del equipo tienen que darse cuenta que son ellos mismos los que representan la mejor prevención de sus compañeros.
Respecto a este punto, el Dr. Salinas Villagra y director de Grupo Médico MT nos comenta que “En Grupo Médico creemos que el tratar solo síntomas no es la forma de entregar salud, por eso nuestra estrategia se basa en entregar a nuestros pacientes las herramientas para poder retomar el control de nuestra salud mental de forma duradera, entregando psicoeducación y manejo farmacológico, en caso de ser necesario para lidiar con la sintomatología y a su vez prevenirla en un futuro”.